Museo > Historia > Adrián Escudero, el mito olvidado. La casta y generosidad del GOL
ESCUDERO, Adrián ESCUDERO, uno de los grandes, de los más grandes de la Historia Rojiblanca. Sí, de los más grandes, pero prácticamente desconocido por las nuevas generaciones y, olvidado por otros no tan jóvenes, amén de Sabina en el Himno del Centenario ....
Como presentación, solo recordarle como jugador rojiblanco durante 13 temporadas, máximo goleador histórico en Liga del At. de Madrid con 150 goles, integrante de las míticas Delanteras de Seda (1947 Juncosa, Vidal, Silva, Campos y Escudero) y de Cristal (1951 Juncosa, Ben Barek, Pérez Payá, Carlsson y Escudero), doble Campeón de Liga (49-50 y 50-51), y ejemplar Capitán.
Adrián ESCUDERO García, nace el 24 de noviembre de 1927 en Madrid, en una calle junto al Paseo de Ronda en Cuatro Caminos.
Su primer equipo fue el Ronda, de su barrio, donde jugaba de interior izquierdo y ya ejercía como capitán. Con 15 años, en 1942, pasó al Banco Hispano Americano de 2ª Regional, jugando con una partida de nacimiento falsa ya que la ficha federada en Regional era a partir de los dieciséis; por entonces se hace Socio del Atleti. En 1945, se incorporó al CD Mediodía, equipo de 3ª División, donde solamente estuvo seis meses al ser traspasado al At. de Aviación por 25.000 pesetas poco antes de cumplir los 18 años.
Este último dato, le impide jugar a finales del 45, teniendo que esperar a cumplir esa edad para debutar el 27 de enero de 1946 en Les Corts en la victoria del Barcelona por 2 a 1, y teniendo como entrenador al mítico Ricardo Zamora.
Así, de este modo se ve jugando con sus ídolos, los campeones de Liga 39-40 y 40-41, y sobre todo junto con su gran referente, el canario Paco Campos. De esa época nace su apodo de El Chava, donde el capitán Aparicio, el jefe de todo el equipo, le nombraba como el chavalín.
En su segundo partido oficial, y en su debut en el Metropolitano, Escudero inicia su histórica cuenta goleadora en Liga en el partido que el At. de Aviación gana al Hércules por 5 a 2 (3-febrero-1946). De este primer gol, al que redondea la cifra de 150, pasarán doce años cuando el 4 de mayo de 1958 celebrará su último gol en la victoria atlética en San Sebastián por 2 a 4 frente a la Real Sociedad. Entre tantos, uno especial, el número 1000 en Liga del At. de Madrid, al anotar el segundo, de penalti, en el partido Celta, 3 - At. de Madrid, 2 el 8 de marzo de 1953.
Su trayectoria deportiva tiene dos etapas. Una primera, 1946-52, como extremo izquierdo, pese a ser diestro, y otra como delantero centro desde la temporada 52-53 hasta su retirada en el año 58. En las dos, los goles le acompañaron. Como extremo se apoyaba en su velocidad y en su pierna derecha para recortar hacía el interior y aprovechar su potente disparo. Y de delantero centro, se valía de su fortaleza y de su gran olfato, era un gran definidor dentro del área. Él opinaba que fue mejor delantero centro que extremo, a la vez que destacaba sus últimas temporadas como las mejores.
De extremo izquierdo formo parte de las grandes delanteras rojiblancas, las afamadas de Seda y de Cristal. Esta última era su preferida, destacando por encima de todos a Ben Barek, y declarándole técnicamente como el mejor futbolista del At. de Madrid.
Su paso al centro de la delantera fue una decisión de Helenio Herrera, su entrenador por entonces, después de sufrir una lesión y de haber cogido algo de peso, y también ante la ausencia de un nueve de garantía. El mismo HH le auguro que en pocos meses sería internacional en esa nueva demarcación, como así fue, debutando con España el 7 de diciembre de 1952 ante Argentina en Chamartín. En esta posición, también fue participe de otra gran delantera, esta sin nombre, Miguel-Molina-Escudero-Peiró y Collar, en la temporada 55-56, donde formo un duo letal junto con Molina anotando entre los dos 38 goles en Liga.
Como internaciónal no tuvo mucha fortuna. A la competencia deportiva en la banda izquierda con Gainza, en el centro de la delantera con Zarra, entre otros, y a la no existencia de sustituciones, se le sumaron algunas situaciones ciertamente rocambolescas. Habiendo jugado solo tres partidos en cinco convocatorias y con un gol en su haber, pudo haber participado en dos Mundiales. En el del 50, en Brasil, después de estar concentrado quince días en El Escorial se quedó, a última hora, en España, junto con Basora, por falta de espacio en el avión que fue ocupado por directivos. Y en el del 54, en Suiza, tras la eliminación de España en un sorteo debido a la mano inocente del bambino Franco Gemma, después de empatar con Turquía en el partido de desempate a dos goles donde Escudero marcó su único gol (y le anularon otros dos). También es destacable y curioso que en tres partidos como internaciónal tuvo otros tantos seleccionadores: Pedro Escartín, Luis Iribarren y Guillermo Eizaguirre. Participó también con la Selección B, donde jugó un partido anotando un gol.
Como Atlético de corazón, ganar al R. Madrid era algo especial para él. Es uno de los jugadores rojiblancos con más derbis a sus espaldas además de goleador, acumulando un total de 25 partidos, 20 de Liga y 11 goles, 9 de ellos ligueros. En mi época ".... tenías que esconderte si perdías un Derby, algo difícil, no teniendo coche, y tener que viajar en metro, tranvía o taxi ...."; ".... la afición era más exigente y enterada, pero igual de fiel que ahora ...." comentaba.
Después de diez años en el primer equipo, el Club le hizo un Homenaje en la temporada que parecía la de su retirada. Fue el 6 de enero de 1955, en un encuentro contra el equipo austriaco Wiener Sport, donde los atléticos reforzados por Di Stéfano, Molowny y Ben Barek ganaron por 4 a 1.
Sin embargo, siguió jugando tres años más, hasta los 30 años, cuando el Club no le renovó el contrato, dándole la Carta de Libertad, aduciendo que con el fichaje del brasileño Vavá no iba a tener sitio en el once e instándole a dejar el futbol en activo e invitándole a entrenar al equipo aficionado, decisión que no le gusto ya que él se sentía capaz para seguir siendo el delantero del At. de Madrid. Su último partido como rojiblanco, el 18 de mayo de 1958, un derby madrileño copero en la vuelta de los octavos de final en el Estadio Metropolitano donde los locales cayeron por 0 a 1.
Además de goles, la historia de Escudero como futbolista está repleta de gestos de raza, casta, valentía, generosidad y amor a unos colores.
Dentro del terreno de juego, no escatimaba en esfuerzo con una entrega absoluta - corría más que nadie - y a pesar de ser un jugador que apenas se lesionaba llego a jugar, al no existir cambios, con una fractura de peroné (Sarriá, 9-marzo-1952), con una luxación de codo en una semifinal de Copa contra el Español (Metropolitano, 17-junio-1956) donde después de colocárselo a tirones y vendarle le obligaron a tirar un penalti - poste - y con una rotura de nariz en Sevilla llegando a jugar así toda la segunda parte. Esa lucha total y honesta en el campo apenas se vio manchada por una única expulsión, en la Final de Consolación de la Copa Latina, en Lisboa, en la victoria ante la Lazio por 2 a 1, un 11 de junio de 1950.
Fuera del césped, en el vestuario con sus compañeros, un ejemplo de responsabilidad, humildad, humanidad y liderazgo, y siempre al servicio del equipo, haciéndose acreedor al sobrenombre de El Ídolo de Cuatro Caminos, y con sus rivales, un caballero con una gran personalidad que le llevo a ser todo un referente del futbol españoldurante finales de los 40 y los años 50.
Tras dejar el Aleti, tuvo un acercamiento al Deportivo de La Coruña que no se concretó produciéndose su retirada definitiva como futbolista.
Se presentó a los Cursillos de Entrenador pasando posteriormente al Cuerpo Técnico del At. de Madrid donde entrenó al Juvenil, al Amateur (1958-59, conquistando el Campeonato Regional), siendo Segundo Entrenador en varias etapas y Primero en la 1963-64 (1 partido) y en la 1965-66 (4 partidos).
A finales de 1967, abandona el Club, con amargor y desencantado, tras un polémico despido, después de veintidós años de rojiblanco.
Su retiro definitivo del mundo del futbol llegó en Badajoz donde ejerció de Entrenador en 2ª División durante una breve estancia.
Pues sí, este fue ESCUDERO, Adrián ESCUDERO, el Chava, el Ídolo de Cuatro Caminos, el delantero de Seda y Cristal, el gran goleador, uno de los jugadores que mejor ha honrado nuestro escudo, siempre con discreción, y que defendió la rojiblanca con gallardía y un enorme corazón.
Pese al olvido de muchos, un gran representante de la esencia atlética, uno de los más grandes, un símbolo, un MITO.
FICHA ADRIÁN ESCUDERO
Nombre: Adrián Escudero García
Fecha y Lugar de Nacimiento / Fallecimiento: 24 de noviembre de 1927, Madrid / 7 de marzo de 2011, Madrid
Trayectoria Deportiva: Banco Hispano Americano, 2ª Regional / CD Mediodía, 3ª División (1945) / At. de Madrid (1945-58)
Debut / Último partido oficial: Camp de Les Corts, 27 de enero de 1946, FC Barcelona, 2 – At. de Aviación, 1, jornada 17ª Liga / Estadio Metropolitano, 18 de mayo de 1958, At. de Madrid, 0 – R. Madrid, 1, 1/8 Copa –vuelta-
Partidos / Goles: 330 partidos (287 Liga, 37 Copa, 3 Copa Presidente FEF- Copa Eva Duarte, 3 Copa Latina) / 169 goles (150 Liga, 17 Copa, 1 Copa Presidente FEF- Copa Eva Duarte, 1 Copa Latina)
Títulos: 2 Ligas (1949-50, 1950-51), 1 Copa Presidente FEF 1941-47, 1 Copa Eva Duarte 1950-51
Internacional: Absoluto, 3 part. (5 convocatorias) / 1 gol. España B, 1 part. / 1 gol
Trofeos y Distinciones: Trofeo Monchín Triana 1957, Insignia de Oro y Brillantes del Club At. de Madrid y de la Asociación de Veteranos, Medalla de Plata al Mérito Deportivo del Ayuntamiento de Madrid
